Caminaba por el camino hacia la casa en el bosque,alli vivia una anciana muy cascarravias nada le venia a su gusto tenia la cara muy fea,seguro no se la había labado nunca, pero todo el qué pasaba por allí le pedía un poco de agua fresca,qué con gusto servía al cansado caminante solo qué primero se sonaba la nariz con el delantal,que era algo así como un trapo colgado en su falda de arapientos luego por si el tazón en qué servía el agua del cubo tuviera algo de tierra ,utilizaba el mismo trapo qué primero se soplo la nariz !ala! veías eso y la sed se apagaba de golpe claro qué ella no paraba de sorprenderte ,si no tienes sed tendrás hambre ? no!nadie se le ocurriría tener sed ni hambre después de ver como se soplaba la nariz. Se acercaba ala qué ella decía mi cocina traía un plato con un raro pastel,descansando unas moscas o alguna hormiga que paso por ahí sobre ese sabroso pastel qué te ofrecía,también el qué tenia hambrese había ido.Entonces ofrecía reposo es lo mejor para estos calores decía, te enseñaba su cama hechas con hojas y cubierta con sus mejores remiendos descoloridos y raídos por el tiempo.
Total qué todo bicho qué por allí paso no la olvido y estaba en boca de todos.daba lo mejor qué tenia y savia cuando ya no es tubo mas los qué por allí pasaron se detenían a un momento a recordarla ya nadie la olvidaba la cueva de la vieja narigona
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